La tecnología de TRUEinvivo utiliza cadenas de hasta 300 perlas de vidrio, cada una de ellas de 1 mm de grosor y 1,7 mm de diámetro, que se introducen en el cuerpo del paciente alrededor de la zona a la que se dirige la radiación. Las perlas de vidrio tienen impurezas naturales que atrapan la energía que confina los electrones libres creados cuando la materia es ionizada por la radiación.
Luego de ello, se calientan las perlas de vidrio a unos 350°C, liberando la energía almacenada en forma de luz, que es proporcional a la radiación absorbida. Al final, se mide la luz para determinar la cantidad de radiación que se transmite a la zona del cuerpo definida previamente.
La tecnología permite a los oncólogos ajustar las dosis de radiación mediante la creación de modelos muy precisos de exposición a la radiación, utilizando cientos de puntos de medición del interior del cuerpo. La tecnología reduce el margen de error a menos de +/- 5%, lo que disminuye sustancialmente los riesgos de sobreexposición a la radiación, que se produce hasta en una cuarta parte de los tratamientos de radioterapia.
La compañía TRUEinvivo ha recibido un poco más de medio millón de dólares de financiación de Innovate UK, incluida una subvención de 23.000 dólares del Fondo de Innovación Sostenible, que la empresa utilizó para iniciar las pruebas preclínicas, desarrollar un software para automatizar la detección de cuentas en las imágenes de tomografía computarizada de los pacientes y construir una máquina de ensartar para automatizar la producción de los hilos de cuentas.
Las aspiraciones de la empresa son ampliar su proceso de fabricación en el Reino Unido y hacer crecer sus operaciones en toda Europa, así como obtener la aprobación reglamentaria para expandirse a los Estados Unidos y la región de Asia-Pacífico.